Se concretó demolición de segunda casa narco en Calama
Esta demolición estaba a metros de un jardín infantil que era constantemente víctima de robos a los vehículos.
Durante la mañana de este martes 11 abril, la Ilustre Municipalidad de Calama, a través de su Dirección de Seguridad Pública y en coordinación con Fiscalía, llevó a cabo la demolición de la segunda narco-casa en la comuna, acción que fue liderada por el alcalde, Eliecer Chamorro Vargas, y que busca ir devolviendo escalonadamente la sensación de seguridad para los vecinos.
Esta demolición tuvo lugar en la Población 23 de Marzo, en calle Chacabuco, lugar donde personal municipal junto a maquinarias, demolieron el portón del inmueble que era usado como punto de venta de drogas, hechos delictuales, prostitución e insalubridad.
La máxima autoridad comunal enfatizó sobre la importancia de estas acciones concretas, que se suman a las demás gestiones municipales como el centro de monitoreo para colegios y centros de salud y asistencia vecinal, indicando que “lo que se está interviniendo es la mitad de la propiedad, inclusive, vamos a generar un sistema de bloques por el interior y uno exterior, para controlar y congelar la droga y la venta minoritaria que se está produciendo”.
“Quiero que sepa toda la ciudadanía que los dueños fueron notificados, se cumplió con el plazo legal, no hemos sido notificados de ningún recurso de reclamación, hemos cumplido con toda la legalidad y aplicamos el artículo 148, inciso 3 por insalubridad y por la situación de seguridad que se está provocando por las denuncias y robos que se han generado en el sector y en el jardín”, finalizó Chamorro Vargas.
Con respecto a la seguridad de los niños en el sector, la directora del Jardín “Los Enanitos”, Patricia Berrios Riveros, indicó estar agradecida por esta gestión de la municipalidad, agregando que “estamos maravillados que se haya logrado ese derrumbe porque nosotros como escuela también habíamos presentado muchas veces denuncias con respecto a la venta de drogas, nuestros niños veían peleas, ellos eran muy agresivos (…) Sufrimos el robo de autos, nos reventaban los vidrios, por esto estacionábamos en doble vía, porque si lo hacíamos en la cuadra de allá el auto era reventado, así que para nosotros es maravilloso”.