Comunidad de Camar y Minera Zaldívar festejaron la inauguración de la nueva iglesia local
El inmueble mantuvo su funcionamiento desde su construcción en 1964, de la mano de sus propios feligreses, hasta que en 2019 las lluvias estivales derribaran su techumbre, y en 2020 terminara de ser destruido por el por el terremoto de 6.9 grados que afectó al poblado agrícola, ubicado a 75 kilómetros de San Pedro de Atacama.
Las obras son parte de un proceso de trabajo desarrollado desde el 2017 entre esta Comunidad Atacameña y Minera Zaldívar, en el marco de la firma de un convenio de cooperación, sustentabilidad y relacionamiento que permitió recuperar el espacio de encuentro y espiritualidad, el cual alberga habitualmente importantes hitos para la población, como la tradicional Fiesta de San Antonio.
Al ritmo de música típica y con la colorida danza de bailes religiosos de distintos pueblos del Área de Desarrollo Indígena (ADI) Atacama la Grande, la Comunidad Atacameña de Camar inauguró la reconstrucción de su iglesia y la remodelación de su plaza cívica. El templo fue reconstruido y ampliado gracias a una alianza con Minera Zaldívar, que permitió construir un anfiteatro para actividades masivas, atendiendo al crecimiento y la necesidad de uso del pueblo, que hoy tiene alrededor de 70 familias.
La inauguración congregó a más de 450 personas, con la presencia de autoridades locales y regionales y la participación de representantes de las distintas comunidades de la zona, quienes disfrutaron de una emotiva celebración, así como de un convido o pago a la tierra, ceremonia ancestral que practican los herederos de la cultura Lickanantay.
Trabajo colaborativo
El presidente de la comunidad, Héctor Cruz, destacó el trabajo realizado junto a Minera Zaldívar, explicando que la construcción duró un poco más de un año desde la fecha de colocación de la primera piedra de las obras. Durante toda la construcción la Comunidad tuvo una participación activa siendo parte de todo el proceso constructivo y revisar los criterios arquitectónicos, dimensiones, materiales e implementación.
“Lo más importante es que la gente les dé vida a estos espacios, donde la iglesia y la plaza son un enlace social y espiritual”, aseveró Héctor Cruz tras la ceremonia y correspondiente misa, recordando que los orígenes de la edificación se remontan al trabajo que hicieron los abuelos de la comunidad, empleando materiales típicos como madera de cactus, caña y piedras en una zona ubicada a 2.770 m de altitud sobre el nivel del mar.
El gerente general de Minera Zaldívar, Leonardo González, agradeció a la comunidad su disposición para trabajar con la Compañía y materializar su compromiso con el desarrollo de las comunidades indígenas. Una labor que ha concretado también a través de otras iniciativas como la ingeniería de detalle de la planta fotovoltaica, la normalización de la red eléctrica de distribución y la implementación de la unidad de salud del pueblo. “El hito que hoy estamos conmemorando ha sido posible gracias a la relación de confianza que hemos alcanzado con la Comunidad de Camar desde el año 2017. Es un orgullo saber que como Compañía hemos sido parte de un proceso de trabajo conjunto desarrollado sobre la base del diálogo, la colaboración y la transparencia y que hoy nos permite celebrar la concreción de un espacio material y simbólico tan importante para todos sus habitantes”.
La consejera regional por la Provincia de El Loa, Sandra Berna, destacó el círculo virtuoso logrado en colaboración con la empresa privada. “Es inevitable recordar el pasado y ver cómo ha crecido Camar y su gente. Quiero felicitar a su comunidad, a su directiva y a Minera Zaldívar, que pudieron lograr acuerdos en beneficio del territorio”. Asimismo, el delegado presidencial provincial, Miguel Ballesteros, destacó la participación como elemento central del proceso. “Queremos valorizar esta relevante asociatividad. Hay una serie de desafíos por delante y la mejor forma es abordarlos a través de la colaboración público-privada”.
Campanario y nueva plaza
El festejo dio paso a un almuerzo para todos los invitados, seguido por la despedida de los bailes religiosos y una celebración musical. El alcalde de San Pedro de Atacama, Justo Zuleta, resaltó el trabajo colaborativo, incluyendo la remodelación de la plaza cívica con nueva infraestructura, arborización y una superficie aproximada de 430 metros cuadrados. “Es un momento muy emocionante, con una obra espectacular que congregó a cientos de habitantes de la comuna, y que además tiene una relevancia cultural, como es el caso del nuevo anfiteatro, que va a permitir realizar grandes eventos”.
La reconstrucción significó ampliar la nave principal de la iglesia, con un recinto que incluye sala de estar para la diócesis, un dormitorio y un baño, además de un nuevo campanario a un costado del templo. Todo en una superficie total de aproximadamente 212 metros cuadrados. Para ello, las piedras originales del inmueble fueron en su mayoría reutilizadas, para preservar lo máximo posible la arquitectura original.
Para impulsar iniciativas de cooperación y sustentabilidad con las comunidades de la zona, Minera Zaldívar realiza su relacionamiento comunitario con los pueblos indígenas reconociendo su relación con la tierra y el territorio; sus formas de ser, modos de vida y visiones de mundo. A partir de este reconocimiento la Compañía también reconoce sus derechos y se compromete a respetarlos. Para ello, trabaja con la metodología de diálogo y participación establecida por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y por la Guía de Buenas Prácticas para los Pueblos Indígenas y la Minería del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM).