¿ QUÉ PASÓ ?
“La Niña se manifiesta en Chile generando un aumento de las precipitaciones en el altiplano”, afirma parte del más reciente informe de climatología de la Dirección Meteorológica (DMC) en el que se confirmó la presencia de este fenómeno en el océano Pacífico central y su implicancia en la atmósfera.
La Niña es sinónimo de menos lluvias en el centro-sur del país durante la primavera y el verano, pero aumenta la posibilidad de mayores precipitaciones en el altiplano con el consiguiente riesgo de aluviones, escurrimiento de agua y sedimentos por las quebradas y el aumento sorpresivo de los caudales de los ríos.
El fenómeno ya comenzaría a apreciarse desde el mes de diciembre y podría extenderse hasta el mes de marzo e incluso abril.
El régimen de lluvias en el altiplano (4 mil metros de altitud) es distinto al que conocemos en el resto del país. Mientras gran parte del territorio es sofocado por el calor veraniego, en las alturas del norte se genera un fenómeno sorprendente. “Nuestro continente es grande y durante el verano se vuelve un hervidor”, sostiene el meteorólogo DMC, José Vicencio, en el artículo “Tormentas en el altiplano: Un verano fuera de lo común”.
“El calor excesivo se concentra en sectores de Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay formando un sistema de baja presión generalizado. En esta zona el aire comienza a ascender a través de un proceso llamado convección”, ilustra el especialista.
ALERTA
El llamado a las comunidades del altiplano chileno, es a prepararse y a estar alerta ante las precipitaciones que se avecinan. En el verano del 2019, las lluvias que afectaron al norte del país, provocaron varios problemas en comunidades, llevando al gobierno incluso a decretar el estado de catástrofe.